miércoles, 24 de abril de 2013

La innovación para la educación y el avance.

Innovación.... innovación... ¿Qué es innovar realmente?¿Es salirse de lo "normal"?¿Es intentar ser mejor o diferente? ¿Es pretender cambiar? 
Estas preguntas no acaban de ser tan sencillas como parecen. Hoy en día, se exige mucho a los estudiantes de cualquier carrera que sean innovadores, pero sueltan la bomba y los estudiantes deben "inventarse" lo que significa para sus profesores ser innovador.

Pues bien, bajo mi punto de vista, innovar requiere de cambio, creatividad, ideas nuevas... A menudo nos encontramos con personas que pretenden innovar simplemente cambiando la técnica de trabajo o explicando las cosas de forma diferente.... no termina de estar mal pero no es lo más adecuado. Ser una persona innovadora o querer serlo significa que una persona posea una serie de impulsos que vienen del deseo interno y externo por cambiar y mejorar las cosas.
Ser innovador conlleva un compromiso contigo mismo, requiere tener un estado mental que acepte el mundo exterior con un punto de vista critico pero constructivo, es decir, ver en los "defectos" de las situaciones cómo puedes mejorarlas, no solo criticarlas. Esto no significa que haya que analizar todas las variables del mundo, únicamente hay que centrarse en aquellas que consideres más útiles.

También es ser valiente, es tener valor para enfrentarte a buscar soluciones alternativas a las actuales, es atreverse por tanto a innovar. Es tener valor para estar frente a una situación desconocida e insegura.

Es creer, es confiar en ti mismo para lograr hacer algo. Independientemente de lo que crean ustedes, puedo asegurarles que quien tiene el control de todo lo que ocurre en sus vidas, son ustedes mismos.

Es, por último y no por ello menos importante, VIVIR, es acostumbrarte al cambio y al riesgo que esto conlleva y por tanto, disfrutarlo. Es maravilloso experimentar nuevas cosas por tanto, dejen de observar, comiencen a equivocarse y a aprender de ello. Atrévanse.

Ahora bien, ¿de verdad en las escuelas, institutos, universidades...se nos enseña a ser así? ¿y de verdad nos premian cuando lo somos? No termino de creérmelo señores.

tras la lectura del artículo http://www.tonywagner.com/resources/calling-all-innovators-3 me he encontrado con unas escuelas y empresas con "cultura de la innovación" las cuales enseñan a sus alumnos o trabajadores respectivamente a celebrar el error, a ser creadores de conocimientos y no solo meros consumidores de éstos.

Mientras que en las escuelas que continúan con el modelo tradicional, con sus clases únicamente magistrales, sus trabajos objetivos... escuelas de éste tipo, con ganas de innovar dejan participar a los alumnos y no solo eso, les permite experimentar, equivocarse y no les castigan ni suspenden por ello, al contrario.
De esta forma, los contenidos que aprenden los alumnos son mucho más significativos puesto que son conocmientos que han descubierto ellos, no se les han impuesto.


Para alentar a los estudiantes de hoy en día a ser innovadores, los maestros deben ser mucho más intencionales, deben diseñar culturas de innovación pero esto no es solo cosa de los maestros, desde el ámbito de la educación, se debe inspirar y alentar a los profesores a innovar, se debe promover el desarrollo profesional que permita a los maestros cambiar.

La profesión de educación no ha aceptado tradicionalmente el riesgo que supone la innovación  pero, ¿no va siendo hora de cambiar esto? ¿no creen ustedes que ya es hora de dejar las costumbres tradicionales y enseñar a nuestros alumnos que innovar es el futuro? 
Les dejo una canción que transmite muy bien el mensaje de que cambiar (innovar) es avanzar. Saludos.


(click en la letra de la canción para ir al vídeo)

lunes, 15 de abril de 2013

Cómo ser un buen profesor moderno.


La educación actual, se esta volviendo cada vez más ambigua y abstracta y, día a día se va diferenciando de la educación que existía en los siglos anteriores e incluso en la educación de hace unos años. Para que la educación cambie y avance al ritmo de la sociedad, primero deben cambiar los docentes y, frecuentemente, éstos nos vemos bloqueados a la hora de avanzar, por eso, hay que tener una serie de competencias claras y utilizar algunas técnicas modernas de enseñanza usando nuevos recursos y metodologías más apropiadas para los alumnos a los que nos enfrentamos.

Tras la lectura del artículo "The 10 Skills Modern Teacher Must Have" he descubierto y aprendido algunas técnicas que son realmente útiles a la hora de ser docente en la escuela actual.


Tal vez, la que veo más relativa es el entender que la tecnología encaja perfectamente en la educación siempre y cuando, el docente sepa cómo y cuándo utilizarla. No se puede llegar a clase con 20 iPads y dejar a los alumnos hacer lo que quieran con ella, un docente debe saber para qué va a serle útil este tipo de recursos. Por ello, creo que debería insistirse más a la hora de preparar docentes, en cómo introducir las tecnologías en el aula de manera adecuada y significativa.


Por otro lado, hay otros aspectos que no se mencionan en el artículo y los cuales considero que un buen docente moderno debe poseer. Estas son:

1. Saber hacer preguntas. Un docente debe saber como despertar las ganas por aprender de sus alumnos. Es de vital importancia saber enunciar cuestionas que hagan reflexionar a los alumnos para despertar así, su pensamiento crítico y autónomo.


2. Reciclarse. Con esto no me refiero a tirarse a un contenedor sino a la necesidad existente de que los docentes se actualicen, que vayan a la par que la sociedad. De nada sirve en la actualidad un docente que sigue encerrado en las ideas del siglo anterior o de hace tan solo unos años. Un docente debe saber en qué momento se encuentra y actuar conforme a ello.


3. Coordinarse. Ya venimos tratando a lo largo de toda la carrera lo importante que llega a resultar la coordinación entre docentes. No se puede ejercer tu profesión aislado, sin tener en cuenta opiniones o valoraciones de tus compañeros docentes. Además, gracias a la coordinación, un docente aprende técnicas y metodologías que pueden ayudarle en su labor.



4. Ser tolerante. Es decir, en la actualidad es totalmente fundamental estar atento a la diversidad de alumnos y aceptar y valorar a cada uno de ellos tal y como son, sin juzgarles ni infravalorarles antes de tiempo, en incluso tampoco después. Los niños, al igual que todas las personas, son seres únicos que necesitan estrategias distintas, explicaciones diferentes, etc.

5. Personalidad. Un docente debe tener una personalidad muy variada y bien marcada. Debe saber ganarse la autoridad sin ser autoritario, debe tener buen humor pero no estar en clase de broma, debe saber transmitir los mensajes de manera objetiva a pesar de tener sus ideas muy claras, debe saber ponerse en el lugar de cada uno de sus alumnos sin marcar favoritismos, etc. Es decir, no debe olvidar que antes que docente, es persona. Y éstos, son los maestros que dejan huella.


sábado, 6 de abril de 2013

Qué enseñar y cómo aprender


En esta entrada, me dispongo a elaborar una reflexión personal sobre el artículo publicado en el periódico el País el pasado 4 de abril cuya dirección es:


Durante todo el artículo, Carlos Arroyo analiza y explica el estado anticuado de la metodología educativa que existe en nuestro  país actualmente. Coincidiendo con él,  he sido testigo de un sinfín de docentes que pasaban de largo de las tecnologías y de las nuevas metodologías grupales y continuas que favorecen el aprendizaje significativo.

En mi opinión, la mayoría de docentes que deciden pasar de los nuevos recursos, lo hacen no solo porque no saben utilizarlos (que suele ser una gran mayoría) sino porque los ven una amenaza para ellos. Creen que pueden ser sustituidos por ordenadores por lo que el no usarlos, les asegura a ellos que van a seguir siendo una figura permanente. 

Pero esto no es así, se debería inculcar desde la formación de maestros, una actitud innovadora y capaz de adaptarse a las nuevas situaciones. Con esto no solo me refiero a preparar a los profesores para saber cómo y cuándo utilizar las nuevas tecnologías, sino también enseñarles u orientarles en cuanto a nuevas formas de trabajo y evaluación que evalúen más los conocimientos significativos que los memorísticos puesto que actualmente, tener conocimientos memorísticos no lleva a ninguna parte.

Por otro lado, en cuanto a la actitud que se toma de echarle la culpa a los alumnos del fracaso escolar, me parece absurdo ya que, en una clase por ejemplo, cuando un examen lo suspenden 30 niños de 35, el problema no es de los alumnos sino del docente, de igual modo, si el fracaso escolar es cada vez mayor, no creo que la culpa sea de los alumnos sino del sistema educativo y de la metodología que no se puede aplicar en los alumnos actuales ya que está totalmente desfasada.

Para continuar, sigo estando de acuerdo con Carlos Arroyo en cuanto a que actualmente lo importante no es el que haya más o menos ordenadores en un aula o que sean mejores o peores sino el saber incorporarlos en el aula, saber cómo trabajar con ellos y el sinfín de ventajas que pueden obtener nuestros alumnos utilizando estos nuevos recursos tecnológicos (no solo ordenadores, también pizarras digitales, tablets, etc.).

Como último apartado para mi reflexión, me parece muy interesante la diferenciación del autor de los conceptos “enseñanza” y “aprendizaje”, dos conceptos que se han venido repitiendo durante los años que llevamos de preparación para ser docentes y que en pocas ocasiones nos han sabido explicar y diferenciar. La enseñanza, hace siempre referencia al resultado final y a la actuación del docente de manera autónoma y sin colaboración mientras que el aprendizaje, hace más hincapié en el proceso que llevan a cabo los alumnos hasta llegar a un resultado. Para mejorar nuestras metodologías, deberíamos centrarnos más en el aprendizaje y menos en la enseñanza.
                                
Carlos Arroyo: “La mejora de la educación exige inclinar decididamente la balanza hacia el aprendizaje”.

martes, 2 de abril de 2013

Los niños y las pantallas


Como ya todos sabemos, nos encontramos en un mundo tecnológico y virtual cada vez más avanzado y en el que los niños, casi podríamos decir que nacen con un ordenador o algún aparato electrónico debajo del brazo.

A raíz del artículo publicado en El Mundo el pasado 26 de Marzo, he decidido analizar alguno de los contenidos que en él aparecen.


Como bien subrayan en el artículo, las “pantallas” o aparatos electrónicos tienen numerosos beneficios para la educación de los niños, desde el fomento de la atención a la adquisición de nuevos conocimientos de una manera más amena. Pero también me gustaría señalar que existen otros aspectos no tan beneficiosos para los niños como pueden ser desde el sedentarismo y el aislamiento social ya que cuando se está con un ordenador, no se está con otras personas físicamente interactuando, por ejemplo, hasta la adquisición de conductas violentas e inestables.

En una entrada anterior ya afirmé que los beneficios o los efectos negativos o positivos de los videojuegos y los ordenadores dependen de la manera de usarlos y de los motivos por los que los usas, no es lo mismo usar un ordenador para buscar información que para ver la web oficial de un programa de cotilleo. Ni es lo mismo utilizar un videojuego para descansar después de hacer los deberes que tirarse toda la tarde jugando sin hacer caso ni a los deberes ni a la realidad que te rodea.

Centrándome en los videojuegos, coincido totalmente con el articulo en cuanto a la existencia de videojuegos muy violentos que pueden fomentar los conflictos en las aulas y los comportamientos inadecuados de los niños, pero también quiero  afirmar que no todos los videojuegos son violentos, hay otros muchos bastante educativos y si no los hubiera lo suficientemente educativos, desde la escuela debería promoverse la creación de videojuegos educativos y más apropiados para la escuela en los que los niños aprendan haciendo y jugando.

Por último, no quiero olvidarme de reconocer que a pesar de que las nuevas tecnologías son el futuro de la escuela, éstas pueden y para mi, deberían, trabajar cooperativamente con los libros de texto y algunas técnicas más tradicionales que siguen aportando conocimientos muy variados por ejemplo en vocabulario y expresividad. Se debe buscar la manera de integrar la tecnología en la educación de manera que no solo sea una cosa u otra sino que se trate de una educación variada que integre lo mejor de la tradicional y de la tecnológica. 

Maestros suspensos en Primaria


He decidido crear una entrada sobre este tema a raíz de un articulo publicado en el País el pasado 14 de Marzo:


Además, son incesables los comentarios que desprestigian la profesión docente y en algunos casos, son propios docentes los que dejan dicha profesión por los suelos.


En el articulo que me llamó la atención, aparecen algunas pruebas de las oposiciones realizadas en Madrid en las cuales se les pide a los docentes conocimientos básicos que debe tener un alumno de unos 12 años. 

Cuando he leído algunas respuestas, me he quedado sorprendida no por falta de inteligencia o profesionalidad sino por falta de cultura ya que muchas de las preguntas, a mi parecer, son cultura general que cualquier profesional, sea docente o empresario, debe poseer no solo para ejercer sino para avanzar.

Con esto no quiero decir que un docente deba saberlo todo de todo, es algo imposible y actualmente poco útil ya que en cuanto no sabes algún concepto ahí está Internet, me refiero, a que es necesario tener una base de conocimientos a raíz de la cual puedas ayudar a tus alumnos a mejorar en su cultura y en su educación.
Obviamente, como casi todos los docentes, pienso que actualmente es más importante favorecer el desarrollo de las competencias que impartir unos conocimientos sobre matemáticas, Historia, etc. pero no hay que llegar ni a un extremo ni a otro, se puede educar por competencias sabiendo sumar y la ubicación de algunos ríos, por ejemplo.

El problema, bajo mi punto de vista, recae sobre la preparación de los docentes, algunas materias y algunos conocimientos en el Grado de Educación no son muy relevantes para la futura vida docente, en cambio, faltan asignaturas que ayuden a los profesores a nutrirse en unos conocimientos básicos que un docente debe poseer. No digo que haya que volver a enseñarles de cero como si fueran niños, pero tampoco hay que dar por hecho que tienen una determinada base, porque nos podemos encontrar con resultados como el que publica el artículo del País.

Finalmente, en cuanto al peso de las pruebas de oposición frente a la experiencia, coincido totalmente en que es mucho más importante la preparación de los docentes que la experiencia que tengan. Es decir, un docente puede llevar años ejerciendo pero no ser un buen docente por no comprender a sus alumnos, no tener unos conocimientos necesarios, etc. Además, de esta manera, no se les da oportunidad a las nuevas generaciones de docentes ya que si la experiencia pesa mas, siempre van a estar ejerciendo los mismos y nos vamos a encontrar en la situación que existe actualmente, un estancamiento de nuevos docentes (tal vez más preparados para la educación actual).

Enseñar el pensamiento crítico


Me ha parecido un tema interesante para la entrada del blog ya que desde la Educación Secundaria, los profesores nos han pedido que seamos críticos pero, ¿cómo ser crítico sin saber hacerlo?

Bajo mi punto de vista, se nos ha pedido más de lo que se nos ha ofrecido, siempre nos han acusado de no intervenir en clase, de no debatir, de parecer no tener opinión sobre determinados asuntos, etc. pero realmente, a nosotros nos han enseñado a estar en clase callados atendiendo a nuestro maestro mientras daba la lección y éste rara vez nos pedía intervenir.

Si que es cierto que algunos docentes tenían una intención diferente, si que quería más participación pero a menudo, si a la primera pregunta los alumnos no responden, se rinden y adoptan la misma actitud que el resto.

Por tanto, pienso que para enseñar a ser críticos a nuestros alumnos, lo cual se hace cada vez más necesario, debemos aprender a enseñar ese pensamiento crítico los docentes, de manera que inconscientemente, los niños adopten posturas criticas mediante preguntas simples y debates en los que el docente debe pasar a un segundo plano. Además, los docentes debemos intentar promover a los alumnos a hablar, les debemos "provocar" de una manera u otra, e intentar explicarles todo aquello que pueda suponer una dificultad para ellos de manera que aprendan de una manera más amena y significativa.

Enseñar a ser critico, por otro lado, no es enseñar a los alumnos a pensar como tú. Para nada, y muchas personas se equivocan con esto y a menudo no respetan opiniones distintas a la suya, por eso, también desde el papel del maestro, se debe ser imparcial y objetivo y en ningún caso obligar o intentar convencer a los alumnos de que tu opinión es mejor que el de otras personas.

Otro aspecto a tener en cuenta, es el respeto. Los niños deben aprender a respetar las opiniones de los demás ya que en un debate por ejemplo, es fundamental el respeto hacia los demás, así como el respeto del turno de palabra
.
Por otro lado, en la enseñanza del carácter critico, se debe ayudar a los alumnos a aprender acerca de ese debate, es decir, a obtener riqueza cultural y critica a partir de las opiniones y comentarios de los demás, enseñar que de todo se aprende y se sabe que de los comentarios de los compañeros más.

Por último, opino que se debe intentar crear debates en ambientes familiares y cercanos de manera que los alumnos no tengan vergüenza a intervenir y a dar sus opiniones.


Concluyo afirmando que para que los niños sean críticos, el docente debe enseñarles a serlo.