El documental en cuestión busca comparar la educación española
con la finlandesa, una de las peores con la educación de “ élite” por lo que
encontramos numerosas diferencias y la mayoría, muy importantes.
Primeramente, se realiza un breve resumen sobre la evolución
de la educación en nuestro país dejando al descubierto como las 6 reformas, los
recortes y las políticas que tratan de organizar la escuela externamente han
provocado unos niveles de abandono y de fracaso escolar elevado. En cambio, en
Finlandia no se habla de “políticas externas” sino de consenso entre gobierno y profesores que buscan unos cambios
posibles que mejoren la educación.
Por otro lado, encontramos los recortes en educación en nuestro país que han favorecido la segregación
en la escuela ya que no todos los alumnos pueden acceder a servicios como el
comedor, importante servicio cooperativo de la escuela que ayudaba a reducir el absentismo escolar y a proporcionar una alimentación adecuada a aquellos que no
pudieran permitírsela. A diferencia de España, en Finlandia el servicio del
comedor es totalmente gratuito.
Otra fuente de segregación escolar es la existencia de un 30% de escuelas privadas o concertadas que
no aceptan alumnos inmigrantes o con necesidades lo cual hace que el trabajo de
la escuela pública sea mucho mayor, “son
los centros quienes eligen a los estudiantes”. A diferencia de esto, en Finlandia tan solo un 3% de escuelas son privadas provocando
que todas las escuelas públicas sean igual de buenas y busquen una igualdad de
derechos y oportunidades para todos los alumnos.
Por otro lado, la profesión de los profesores esta
desprestigiada en nuestro país y es probable que la clave del fracaso en
educación esté en ellos, más bien en la preparación
del profesorado, de hecho en nuestro país cualquier persona puede acceder a
esta carrera, con una nota exageradamente baja que da lugar al pensamiento de
que cualquiera puede ser profesor. En el
otro extremo, en Finlandia el prestigio hacia los profesores es mucho mayor al
igual que la preparación en la que tan solo un 10% de quienes lo desean, llegan
a acceder al estudio de Magisterio, solo los mejores y los que realmente tienen
vocación.
En nuestro país, el tiempo
de descanso que tienen los alumnos durante el horario escolar es de media
hora, en cambio, en las escuelas finlandesas los alumnos descansan 15 minutos
tras cada clase de 45 minutos. Además, fuera de las aulas, los niños españoles
pasan una media de 4 horas viendo la televisión, comportamiento totalmente
impensable en Finlandia donde, además de pasar menos horas frente al televisor,
los programas están subtitulados no doblados de forma que fomentan la motivación
de los niños hacia la lectura ya que estos quieren aprender a leer para ver la televisión.
Finalmente, el consejo de Finlandia para España y que
debemos tener en mente las generaciones actuales y futuras es que mejorar el
sistema educativo no es posible con la solo implicación de profesores o padres
sino que es necesaria la colaboración de todos para mejorar. Hay que invertir
en educación y esforzarse para mejorarla.
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